Montañés

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E

ste apellido español, extendido especialmente por Aragón, Cataluña y Valencia, es de los que podemos llamar de origen geográfico. Tradicionalmente, se considera que es un gentilicio de La Montaña, región del norte de España que abarca casi toda Cantabria –salvo la costa o Marina– y el extremo norte de las provincias de Burgos y Palencia. No obstante, Faure y colaboradores [1] recuerdan que montañés significa también, en general, «natural de la montaña», lo cual puede aplicarse, como es lógico y veremos, a otras partes de España.

La Peña Montañesa (Pueyo de Araguás, Huesca) desde San Victorián. Foto: Guillermo Lobera Temes. Pulsa encima para ver la página web en que ahora se aloja esta fotografía, en la galería de Photo.net    Aunque los gentilicios acabados en -és (del latín -ensis) no son los que más abundan en España, ciertamente hay bastantes: aragonés, burgalés, leonés, gironés (gerundense en catalán antiguo)… Y todos éstos existen como apellidos. Por otra parte, por citar la región donde más abundan los Montañés, hay desde antaño en Aragón otros apellidos gentilicios: Castellano, Catalán, Gascón, Gallego, Mallorquín, Murciano... [2].

     En español, el término «montañés» [3] consta desde el siglo XV al parecer en los dos sentidos mencionados y se documenta en catalán (muntanyès) desde el siglo anterior [4]. En una traducción de las Mujeres ilustres de Boccaccio, de 1494 [5], se lee: «Aunque fueron simples rudos e montañeses». Y la palabra aparece también en el Vocabulario español-latino de Antonio de Nebrija (1495) [6]. Por otra parte, es curioso –y puede que no sea casualidad– que una de las primeras menciones que conocemos del adjetivo sea aragonesa, pues la definición de esta voz del Diccionario de Autoridades de 1734 [7] cita la Historia de Aragón de Blasco de Lanuza [8] (1563-1625): «maltratando, escarneciendo y mofando de los Pastores y Montañeses». A mediados del siglo XVI hubo en ese reino, especialmente en la zona de Quinto y Pina de Ebro (Zaragoza), diferencias, a veces sangrientas, entre los «montañeses» oscenses (ganaderos trashumantes y cristianos viejos) y los «moriscos» (agricultores y cristianos nuevos) [9]. Así pues, el término se aplicó también, y se sigue aplicando, a los oriundos de las montañas del norte de Aragón (especialmente del Valle de Tena, el Serrablo y Sobrarbe), que eran los ganaderos y cristianos viejos por excelencia [10]. De hecho, en el censo de Aragón de 1495, salvo quizás «Johan Montanyes» –que vivía en Luesia, en el norte de Zaragoza– [11], todos los representantes del apellido vivían al sur de los montes que vieron nacer el reino. Repartición de los Montañés por el reino de Aragón, según el censo de 1495

      Por otra parte, en dicho fogaje aparece aún el adjetivo en la plenitud de su función denominando a un vecino de Huesca: «Garcia el Montanyes»; y a una viuda de Zaragoza: «La montanyesa, viuda, pobre». Con todo, en este censo ya estaban los Montañés –«Montanyes» en su mayoría– extendidos por gran parte de Aragón: 14 vecinos en la provincia de Zaragoza, 12 en la de Teruel y 8 en la de Huesca [12]. Es probable que muchos de ellos, al menos los de poblaciones cercanas, pertenecieran a un mismo linaje. Si miramos su distribución en términos muy generales, advertimos tres grandes grupos que podrían responder a tres fases de la repoblación medieval de Aragón: uno al pie del Prepirineo, entre Sádaba (noroeste de Zaragoza) y Barbastro (este de Huesca); otro en el norte del Bajo Aragón, al sur del río Ebro, entre Calatayud (sudoeste de Zaragoza) y Alcañiz (nordeste de Teruel); y otro en el sur del Bajo Aragón, menos nutrido y compacto, entre Teruel (en el sur de su provincia) y Mirambel (en el este de Teruel). Entre el primer y el segundo grupos habría sendas familias en la zona de Zaragoza, junto al Ebro: en la capital y en Alfajarín.

        El apellido Montañés nos consta también desde bastante antiguo (siglo XVI) en otras provincias de España: Palencia, Toledo, Granada… Lo más cerca que lo hemos visto de la Montaña santanderina es en el auto de bienes del difunto Pedro Montañés, cantero de Ogarrio (Ruesga, en el centro-este de Cantabria), que falleció en Santiago de Guatemala en 1570 [13]; y en el pleito que Pedro López Montañés, de Soba (al sur de Ruesga, en el sudeste de Cantabria), entabló en 1576 contra Baltasar Gómez y Mencía de Aguilar, de Pedrosa (San Roque de Riomiera, Cantabria) [14].

Distribución actual. Hacia el año 2000, había en España al menos 2.376 abonados de teléfono llamados Montañés de primer o segundo apellidos (un cuarto de ellos, 599, en Aragón): 486 en Zaragoza, 408 en Barcelona, 228 en Castellón, 213 en Valencia, 151 en Madrid… [15] Esta repartición refleja el origen mayoritario del apellido, que desde Aragón habría pasado al reino de Valencia después de su reconquista a los moros. Su presencia en Barcelona y Madrid ha de ser fruto, en su mayoría, de la gran emigración rural del siglo XX.

        A esos 2.376 Montañés habría que añadir unos 770 abonados Montañez (variante de origen manchego y andaluz, principalmente): 205 en Málaga, 91 en Barcelona, 74 en Madrid, 53 en Santa Cruz de Tenerife… [16] De la variante, en este caso catalana, Montanyés, sólo había en cambio 3 representantes: uno de primer apellido en Barcelona y dos de segundo en Tarragona (en la capital y en Alfara) [17]. La variante antigua Montaniés (cf. infra) no parece existir en la actualidad.

Personajes conocidos. Entre los principales representantes del apellido Montañés, destacan, por ejemplo:Distribución provincial del apellido Montañés. España, año 2000

· Vicente Montañés. Escritor y religioso agustino, nació en Valencia y murió en Barcelona en 1573. Entre otros cargos, desempeñó los de catedrático de Teología en Lérida y Valencia, calificador de la Inquisición, prior del convento de Rocafort (Valencia) y provincial de Aragón. Tenía grandes conocimientos de teología, música, historia y lenguas clásicas. Entre sus obras sobresalen Chronicas de la orden de San Agustín … (Valencia, 1563), Commentaria in libros Artistotelis logicae … (ibídem, 1564), In Musicam, Liber unus (ibídem, 1566) y De principis praenoscendis Sacrae Theologiae (Barcelona, 1570) [18].

· Juan Martínez Montañés. Más conocido por su segundo apellido, este escultor andaluz nació en Alcalá la Real (Jaén) en 1568 y murió en Sevilla en 1649. Iniciador de la escuela barroca sevillana, su obra, elegante y de perfecta ejecución, se caracteriza por la serenidad de las posturas y el dramatismo de las expresiones (Cristo de la clemencia, 1603). Entre 1605 y 1620 realizó obras religiosas de gran madurez (Santo Domingo de Guzmán, el retablo de la iglesia del Pedroso…), y a partir de este año trabajó en colaboración con su discípulo Juan de Mesa. Sus esculturas fueron policromadas por pintores de prestigio, como Francisco Pacheco [19].

· Miquel Montañés. Impresor zaragozano de la primera mitad del siglo XVIII, editó varias obras de mérito; entre ellas, en 1728 el tratado De sintaxi de Agustín Arnalda; y en 1730, al menos dos obras, el Tratado gramatical de Agustín de San Juan Bautista y el Sacro novendial de la Sagrada Familia, de Diego Lamana [20].

Juan Martínez Montañés, por Velázquez (1635-1636)Nobleza y Heráldica. Los hermanos García Carraffa [21] afirman que llevaron armas de este apellido linajes de Cantabria, Aragón y Caniles (Granada). Las de la Montaña de Santander serían éstas: escudo cuartelado, 1.º y 4.º de plata con una faja ondeada de gules; y 2.º y 3.º, jaquelados de plata y gules. Y las de Aragón son éstas: en campo de gules, una faja ondeada de plata [22]. De lo cual se desprende que estas armas y las de los cuarteles primero y cuarto del blasón anterior son las primitivas de dichos linajes. Sin embargo, como veremos después, no creemos que ningún linaje montañés trajera  nunca ese escudo.

        Según la Gran enciclopedia aragonesa, una familia infanzona de Aragón apellidada Montañés que usó las armas citadas de su región [23] tuvo ramas en Zaragoza –desde el siglo XVII–; Muniesa y Mazaleón (Teruel), Senés (Huesca) y Sierra de Luna (Zaragoza) –desde el XVIII–; y en Lécera (ibídem), en el siguiente siglo. No obstante, como hemos visto (nota [12] G), los Montañés ya vivían en Senés y en su zona, donde no parece que fueran todavía hidalgos, desde mucho antes (al menos desde 1495). Y dado que hasta no hace mucho algunos genealogistas asignaban a todas o casi todas las familias nobles de un apellido un mismo tronco, es probable que varias de esas «ramas» fueran en realidad independientes (por lo menos en cuanto a nobleza se refiere).

        Según los García Carraffa, natural de Caniles (partido de Baza) fue Antonio Montañés y Santander, quien fue Secretario del Rey, Tesorero del Infante Cardenal, y Caballero de la Orden de Santiago desde el 22 de mayo de 1739 [24]. Don Antonio era hijo de Antonio Montañés Dorado y de Dª. María Santander Martínez, de la misma villa [25].

        Por otro lado, el 10 de febrero de 1882, Alfonso XII concedió en Cuba el título de Marqués de Balboa a D. Pedro Navarro de Balboa y Montañés, alcalde de La Habana. Y el 16 de mayo de 1968 se expidió carta de sucesión al marquesado de la Hermida [26] a favor de D. Francisco de Asís de Santa Olalla y Montañés, maestrante de Granada, caballero de justicia de la Orden Constantiniana de San Jorge y presidente de la Junta del Reino de Granada de la Asociación de Hidalgos a Fuero de España. Don Francisco nació en 1925 en la misma ciudad que el citado escultor: Alcalá la Real (Jaén).

· MontañezArmas de un linaje Montañés de Aragón. En cuanto a esta variante, en una certificación de blasones de 16 de octubre de 1656, el rey de armas de Felipe IV don Juan de Mendoza decía, con laudatoria exageración, que este apellido es uno de los más claros e insignes de Aragón. Según los García Carraffa, de una rama que pasó a Menorca, el tratadista José Ramis de Ayreflor afirma que su cabeza –a principios del XVI– fue Martín Montañez, infanzón de Aragón y «Señor del nobilísimo solar de la villa de Serué [Caldearenas], del partido de Jaca (Huesca)». Sin embargo, aparte del tono de alabanza de este tipo de escritos, como hemos visto en la citada nota [12] G, no nos consta que el apellido Montañés existiera en la zona de Serué –que no es villa– a fines del siglo XV; sí había Montañés, en cambio, en la zona de Senés, incluso como hemos visto un vicario «Martín Montanyes», pero no eran hidalgos. Fuere como fuere, es muy posible, por tanto, que esa procedencia –la mayoría de los infanzones vivían en el norte de Aragón– fuera falseada para obtener la mencionada certificación y la posterior ejecutoria de hidalguía. En la España del Antiguo Régimen, ser hidalgo era muy importante, pues entre otros privilegios, el hidalgo estaba exento de pagar impuestos y tenía acceso a cargos militares, municipales y administrativos vedados a los plebeyos. Hijo del primer Martín citado habría sido Miquel Montañez quien, según la misma fuente, en 1554 era clavario de Mahón (Menorca) y casó con D.ª Francisca Pou, de la misma isla. Entre sus descendientes, Juan Montañez y Pons obtuvo ejecutoria de hidalguía en la Audiencia de Zaragoza el 25 de octubre de 1656. Dieciocho años después (1674), fue nombrado capitán de trescientos hombres, que entraron de refuerzo en el castillo de San Felipe (Mahón). Don Juan era hijo de Rafael Montañez y Olives, quien habría ocupado todos los cargos públicos de Mahón por el estamento de caballeros, y de Catalina Pons; casó con Margarita Segui (Seguí) y Roy, de quien tuvo descendencia. En la capilla de San Lorenzo de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen de Mahón, están (o estaban) enterrados varios miembros de esta familia, sobre cuyo sepulcro se ven sus blasones. Sus armas son las mismas que las citadas para la Montaña cántabra [27].

        Hay que destacar sin embargo que en ningún sitio se concreta a qué linaje santanderino perteneció el blasón de La Montaña, de lo que concluimos que atribuirle un origen cántabro se debe simplemente a considerar que montañés significa oriundo de La Montaña. Así pues, creemos que las armas descritas proceden en realidad de Aragón.

· Montaniés. Esta variante, usada al parecer en Cataluña, trajo este escudo cuartelado: 1.º y 4.º de plata, con dos fajas de gules; y 2.º y 3.º de oro, con una faja de gules cargada de tres cardos de oro [28]. Puesto que las fajas no son ondeadas, podríamos estar ante una versión más antigua del blasón de los Montañés. Puede que después se ondearan para insinuar la forma de las montañas, lo cual convertiría las armas en un escudo semiparlante.

· Montaña. Por otra parte, dado que un linaje aragonés de este apellido [29] usó un blasón fajado de seis piezas, tres de plata y tres de gules, puede que las armas de Montañés adaptasen otras más antiguas de ese linaje. En cualquier caso, nos encontraríamos ante un fenómeno común en la heráldica hispana: muchos escudos proceden de otros, de apellidos lingüísticamente emparentados.  

 

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[1] Faure, Roberto; Ribes, María Asunción; y García, Antonio: Diccionario de apellidos españoles. Espasa, Madrid, 2001.

[2] También Navarro, Soriano, Valenciano –escasísimo– y Vizcaíno cuando menos. Aparecen ya en número significativo en el censo de Aragón de 1495. Ver Serrano Montalvo, Antonio: La población de Aragón según el fogaje de 1495, t. II, p. 62. Institución «Fernando el Católico», Zaragoza, 1995. Hay un resumen de este censo en http://www. .....

[3] Derivado de montaña, del plural neutro latino *montanea, (lugares) montañosos.

[4] En el Torcimany de Luis de Averçò, según Bruguera, Jordi; y Fluvià, Assumpta: Diccionari etimològic, p. 620; Enciclopèdia Catalana, Barcelona, 1996.

[5] Edición de la Real Academia Española, 11, vº, a.

[6] Alonso, Martín: Diccionario medieval español, t. II, p. 1408. Universidad Pontificia de Salamanca, Salamanca, 1986.

[7] Cf. Real Academia de la Lengua Española: Diccionario de Autoridades, ed. facsímil, vol. D-Ñ, p. 600, 1.ª col. Edit. Gredos, Madrid, 1963. Ver también http:// .....

[8] Blasco de Lanuza, Vicencio: Historias eclesiásticas y seculares de Aragón, T. 2, libro 1, cap. 36.

[10] Aunque hemos pensado en otras posibilidades, como que Montañés fuera un gentilicio antiguo de Montañana (Huesca y Zaragoza) o de Montanuy (Huesca) –que también existen como apellidos– o una castellanización del apellido Montaner, parecen poco probables. Tampoco nos consta que montañés se usara en Aragón en el sentido de montero (apellido que por cierto existe también desde antiguo en esta comunidad autónoma).

[11] Ver Serrano Montalvo, Antonio: o.c., t. II, p. 62.

[12] Se repartían entonces los censados en «sobrecullidas» o jurisdicciones tributarias:

A. Zaragoza (en general, en el centro y el sur de la provincia): en Alfajarín (centro-este; «Montaynes»); Albalate del Arzobispo (hoy en Teruel [T.]; «Montanes»), Belchite, Híjar (hoy en T.) y Lécera (sur-sudeste); y en Longares, Tosos (sur-sudoeste) y Zaragoza.

B. Calatayud (sudoeste de Zaragoza): en Inogés (El Frasno; «Montanyés»), ¿Huérmeda? («Montañel»), Monterde y Sediles.

C. Tarazona (norte de Zaragoza): en Biota, Luesia y Sádaba (norte de Zaragoza [Z.]); y Castejón de Valdejasa (norte-centro de Z.).

D. Alcañiz (nordeste de Teruel): en Alcañiz, Andorra y Castelserás.

E. Montalbán (centro-norte de Teruel): en Blesa, La Puebla de Valverde y Mosqueruela; y en Muniesa («Montanyes» y «Montaynes»).

F. Teruel y Albarracín (Teruel): en Fortanete y Mirambel (este de T.); y Teruel (sur de T.).

G. Huesca (H.): en Almudévar («Arnalt Montanyes»; oeste de H.); Capdesaso («Domingo Montanyes»), Robres («Mossen Martin Montanyes, vicario»), Senés de Alcubierre («Sancho Montanyes»), Sariñena («Sancho Montanyes») y Sesa («Salvador Montanyes») (centro-sudoeste de H); y en Huesca («Garcia el Montanyes» y «Johan Montanyes»; centro-noroeste de H.). Senés era entonces un lugar de señorío de 7 fuegos; entre los dos testigos que respondieron su encuesta el 12 de diciembre de 1496 (fol. 224 v. del manuscrito del fogaje), estaba «Martin Montanyes» (tal vez el vicario de Robres). Y entre los vecinos había un hidalgo: «Sancho Bolea, fidalgo». Es muy posible que todos los Montañés del centro-sudoeste de Huesca estuvieran emparentados. Por otra parte, el hecho de que el vicario de Robres se apellidara Montañés puede ser signo de que su familia tuviera alguna importancia relativa en la zona.

H. Barbastro (este de Huesca): en Barbastro. Fuente: Serrano Montalvo, Antonio: o.c., 2 tomos. La sobrecullida de Huesca se recoge en el tomo II (Senés y Robres, en las pp. 138 y s.).

[13] Archivo General de Indias, ES.41091.AGI/13.72.3.//Contratación, 20. Autos sobre bienes de difuntos de 1569 y 1570. 6 números: número 6. «Testimonio de cuatro partidas que existían en dicha arca [arca de bienes de difuntos de Santiago de Guatemala] por muerte de Sebastián de Salcedo, sastre, natural de la Puebla de Nuestra Señora de Guadalupe; del doctor Valenzuela, alias Sánchez de Valenzuela; de Pedro Montañés, cantero, natural de Egarro [sic], en el Valle de Ruesga; y de Alonso Mateo, natural de Angla en la isla de La Tercera. Todos difuntos en dicha ciudad de Santiago de Guatemala. 1570».  Reseña disponible en http:// ......

[14] Archivo de la Real Chancillería de Valladolid, ES.47186.ARCHV/5.3.10.1.0//Pleitos civiles. [Escribano] Fernando Alonso (F). CAJA 1179.0005. «Pleito de Pedro López Montañés, de Soba (Cantabria), Baltasar Gómez, de Pedrosa* (s.i.), Mencía de Aguilar, de Pedrosa (s.i.). Sobre Pedro López Montañés pide a Baltasar Gómez y a Mencía de Aguilar 9.660 maravedíes por haberles vendido 358 libras de tocino y no habérselas pagado.» 1576-1577.

[15] También había 131 Montañés en Tarragona, 96 en Teruel, 68 en Ciudad Real, 54 en Cádiz, 46 en Baleares, 43 en Lérida, 36 en Jaén, 35 en Sevilla, 34 en Asturias, 33 en Málaga, 30 en Las Palmas de Gran Canaria, 29 en Albacete, 26 en Alicante, 24 en Gerona, 21 en León, 20 en Granada, 19 en Navarra y Santa Cruz de Tenerife, 17 en Huesca, 16 en Vizcaya, 14 en La Coruña, 11 en Toledo, 10 en Cáceres, 9 en Pontevedra, 8 en Murcia y Guipúzcoa, 6 en Córdoba, 4 en Cantabria, 3 en Álava, Valladolid y Badajoz, 2 en La Rioja, Soria, Guadalajara, Burgos y Palencia, y sendos en Cuenca, Almería, Segovia, Ávila, Zamora y Orense. No había ninguno en Lugo, Salamanca ni Huelva. Fuente: CD-ROM ....... 2000, versión Standard, de ..... ; cf. http://www. ......

[16] También había 44 en Las Palmas de Gran Canaria, 43 en Jaén, 36 en Córdoba, 27 en Ciudad Real (21 Sánchez-Montañez), 22 en Sevilla, 22 en Cádiz, 20 en Granada, 13 en Baleares, 12 en Vizcaya (4 Sánchez-Montañez), 11 en Badajoz, 7 en Almería, 6 en Albacete, 4 en Murcia, Huelva, Zaragoza y Guipúzcoa, 3 en Castellón, 2 en Cáceres y Huesca, 1 en Toledo… No había, en cambio, ningún Montañez en Teruel, Cuenca, Guadalajara, Soria…

[17] Más uno o dos Muntanyés en Tarragona.

[18] Ver la Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana, t. 33, entrada Montañés, edit. Espasa-Calpe, Barcelona.

[19] Ver la Enciclopedia Universal Micronet, DVD, 2002, art. Martínez Montañés, y El pequeño Larousse ilustrado 1997, art. Montañés, edit. Larousse Planeta, Barcelona 1996.

[20] Gran Enciclopedia Aragonesa, t. IX, artículo Montañés. Unión Aragonesa del Libro, 1984.

[21] García Carraffa, Alberto y Arturo: Enciclopedia heráldica y genealógica hispano-americana, vol. 55. Imprenta de Antonio Marzo, Madrid, 1919-1963.

[22] Cf. García Ciprés, Gregorio: Diccionario Heráldico. Aragón, impreso, p. 105; Conde de Doña Marina: Armorial de Aragón, impreso, p. 40 (ed. facsímil de Guillermo Redondo y Alberto Montaner, Institución «Fernando el Católico», Zaragoza, 1994); y el Expediente de pruebas de nobleza del Caballero de Santiago Antonio Montañés y Santander (1739), en el Archivo Histórico Nacional. No obstante, el Conde de Santa Marina describe así las armas: «cuartelado: primero y cuarto, de plata, con faja ondeada de gules; segundo y tercero, cuartelado (sic), de oro y gules».

[23] Gran enciclopedia aragonesa, t. IX, artículo Montañés.

[24] En 1793 (posible error) según Julio de Atienza y Navajas en el Nobiliario español (Madrid, 1954).

[25] Sus abuelos paternos fueron Pedro Montañés y María Dorado, también de Caniles.

[26] Este marquesado fue concedido por Carlos IV el 3 de abril de 1796 a D. Francisco Guerra de la Vega y Cobo, vecino de Santander, caballero de Calatrava, senador del Reino, diputado a Cortes y académico de la Real de Jurisprudencia y Legislación de Madrid. Ver Alonso de Cadenas y López, Ampelio; y Cadenas y Vicent, Vicente de: Elenco de grandezas y títulos nobiliarios españoles, 26.ª ed., pp. 452-54; Instituto Salazar y Castro, Ediciones de la Revista Hidalguía; Madrid, 1993.

[27] Cf. Linajes de Aragón, impreso, t. III, p. 104.

[28] Cf. García Ciprés, Gregorio: Diccionario Heráldico. Cataluña, impreso, p. 29.

[29] Cf., por ejemplo, el Diccionario heráldico y nobiliario de los reinos de España, de Fernando González-Doria. Trigo Ediciones, San Fernando de Henares, 2000.  

 

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